En estos tiempos de planes de rigor, de ajustes monetarios y de reducción del Estado, los derechos se convierten en servicios. La educación, la salud y la cultura (en su sentido amplio) se recortan y se doblan, se empacan y se venden, se dosifican, se ponen en estantes, se homologan, se acreditan. El concepto de ciudadanía se desdibuja y los ciudadanos se convierten en consumidores. Pocos ganadores, muchos perdedores. En la educación superior, tres reformas diferentes pueden ilustrar este cambio por sus similitudes y sus diferencias: el caso chileno y su Ley General de Educación (LGE), el caso colombiano con la reforma a la ley 30 de 1992, y por último, el caso francés con su ley relativa a las Libertades y Responsabilidades de las Universidades (LRU) enmarcada en el Acuerdo de Bolonia. En medio del desencanto general producido por el sistema económico mundial, estos tres ejemplos nos permitirán descomponer y recomponer, entender y comprender, cual es el discreto encanto de la educación.
La conferencia del 14 de diciembre de 2011 en la Maison de l’Amérique Latine está dedicada al análisis de tres reformas diferentes en Chile, Colombia y Francia, que pueden ilustrar los retos y las alternativas frente a la imposición de algunos modelos de educación superior.
Rosmerlín Estupiñán Silva – Abogada y ex dirigente estudiantil de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU)
Juan Pablo Pallamar – Presidente de los estudiantes chilenos de Francia y ex presidente de la Juventud Socialista de Chile
Alexander Fleuret – Vice-Presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF) de Sciences-Po
Boisserie Etienne – Historiador de INALCO y presidente de Salvemos la Universidad